QuéPasaColima.- Es una sensación de segundos: en las mujeres
un orgasmo dura de 10 a 12 y en los hombres un promedio de 6. Aunque
cuantitativamente el tiempo de experimentación parezca corto, la resolución del
proceso de excitación, meseta y, finalmente, orgasmo, libera la hormona
oxitocina: la encargada de generar apego, que se libera ante las caricias, y necesaria
para que baje la leche cuando las mujeres amamantan.
A pesar del eslabón
que significa la oxitocina en las relaciones, el médico Eduardo Calixto,
especialista en el tema, sentencia que “30 por ciento de las mujeres mexicanas
no están experimentando orgasmo y el 16 por ciento de los hombres tampoco”.
“La vida es un
camino en la búsqueda de oxitocina” explica el especialista en neurobiología:
“cuando nacemos y nuestra madre nos abraza, nos amamanta, liberamos esta
hormona, y cuando nos suelta a descubrir el mundo, vamos por él buscando esa
oxitocina”.
La búsqueda
perpetua de la oxitocina se concatena con el por qué de las altas cifras de no
orgasmo en México: “no se cuida el apego” señala Calixto. El orgasmo,
especialmente para la mujer, requiere de la liberación de la oxitocina previa
“por caricias, sensación de confianza” y se da, también, posterior al orgasmo.
Calixto afirma que
la oxitocina también es la clave de las relaciones a largo plazo ya que “el
amor romántico tiene fecha de caducidad: tres años. Cuando la dopamina, la
hormona encargada del amor romántico, se termina” es en ese momento que se
compensa con las sensaciones de apego, de las que se encarga la oxitocina.







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